26 abril, 2024
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Kâulak, el político que lo dejó todo por la fotografía

Madrid Actualizado: Guardar

Hoy sería impensable imaginar a un funcionario del Estado, diputado en Cortes (por Cieza para ser exactos), gobernador civil de Málaga y sobrino de un presidente del Gobierno (Cánovas del Castillo), con la vida resuelta, dejarlo todo para ser fotógrafo, su verdadera vocación. Lo hizo Antonio Cánovas del Castillo Vallejo (Madrid, 1862-1933), más conocido como Kâulak, a quien la Biblioteca Nacional dedica, hasta el 28 de agosto, una exposición, que reúne 160 obras (fotografías, placas, cajas de negativos, óleos, libros, grabados, cámaras de fotos, partituras…) Para su comisario, Juan Miguel Sánchez Vigil, fue «uno de los mayores dinamizadores de la cultura en el primer tercio del siglo XX».

Kâulak. 'Lección de lectura, Beniaján, Murcia, h. 1899)
Kâulak. ‘Lección de lectura, Beniaján, Murcia, h. 1899) – BIBLIOTECA NACIONAL

Personalidad poliédrica, no había muchas disciplinas que se le

 resistiesen a este intelectual que parece salido del Renacimiento. El pintor Francisco Pradilla le llamaba ‘el Miguel Ángel de la fotografía’ y para Rubén Darío era ‘el Gainsborough, el Lawrence del objetivo’. A las actividades ya mencionadas, se sumarían las de pintor (fue discípulo de Carlos de Haes), crítico de arte (publicó un centenar de artículos entre 1892 y 1903), escritor (fue autor de seis novelas y catorce relatos) y músico (compuso una decena de piezas: rigodones, valses, polcas y pasodobles). Genio del marketing, regalaba partituras de sus composiciones a los clientes de su estudio fotográfico, como ‘Kâulak, vals brillante para bailar’, banda sonora en esta exposición. Sus instantáneas fueron publicadas en ABC, Blanco y Negro, ‘Nuevo Mundo’, ‘La esfera’…

Kâulak. 'María Guerrero (como Isabel de Castilla)', 1909
Kâulak. ‘María Guerrero (como Isabel de Castilla)’, 1909 – BIBLIOTECA NACIONAL

El montaje de la muestra recrea la galería fotográfica Kâulak, el estudio que Cánovas del Castillo inauguró el 1 de octubre de 1904 en el número 4 de la calle Alcalá en Madrid, muy cerca de la Puerta del Sol. Alquiló las plantas cuarta y quinta. Su lema: «La fotografía más cara de Madrid, pero también la predilecta del mundo elegante y aristocrático». Lo dicho, un genio del marketing. Las paredes de la exposición se han pintado del mismo tono de verde del estudio y se evoca su estilo modernista. Estaba repleto de cuadros, esculturas, fotografías, tapices… Muchos de ellos fueron vendidos. El dramaturgo Francisco Nieva compró una estufa. La puerta, desmontada, acabó en los almacenes del antiguo Museo de Arte Contemporáneo. No hay ni rastro de ella.

Kâulak. Álbum de clientes nº2
Kâulak. Álbum de clientes nº2 – BIBLIOTECA NACIONAL

Sánchez Vigil distingue dos etapas en su faceta fotográfica: una amateur, de 1890 a 1904, donde se inscribe en la corriente pictorialista; y otra profesional, de 1904 hasta su muerte, en 1933. «Tenía un gran dominio de la luz», advierte. Pero no se limitó a su actividad empresarial en la galería Kâulak, donde se rodeó de los mejores profesionales en cada campo (Isidro Gamonal, Antonio Portela), sino que participó muy activamente en la defensa y profesionalización de la fotografía, abogando por los derechos de autor y la propiedad intelectual. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Fotográfica de Madrid, colaboró en la gestación de Unión Fotográfica y creó en 1901 la mítica revista ‘Fotografía’, que dirigió hasta 1913. Decidió usar varios sinónimos a lo largo de su carrera (Vascano, Dálton Kâulak, Kâulak…)

Kâulak. 'Carmen Viance'
Kâulak. ‘Carmen Viance’ – BIBLIOTECA NACIONAL

Monárquico y conservador, por la galería pasó lo más granado de la época: la Familia Real (era el fotógrafo preferido de Alfonso XIII; el de la Reina era Franzen), la aristocracia, los intelectuales y políticos, la gente del espectáculo… Cuelgan en la exposición los retratos de Eduardo Dato, Pérez Galdós, Concha Espina, Francisco Silvela, Echegaray, Benlliure, Rusiñol, los hermanos Álvarez Quintero, María Guerrero… De otra actriz, Carmen Viance, hizo hasta 200 placas fotográficas. «Demasiadas para una sola mujer», dice con ironía el comisario. Antitaurino, posaron para la casa toreros como Belmonte, Machaquito o Granero. Este último, el 7 de mayo de 1922, a las cuatro de la tarde. Una hora después moría en la plaza de toros de Fuente del Berro. No estaba Kâulak, hizo la foto Gamonal. Se muestran algunos de sus once álbumes de clientes, un puñado de los retratos de su serie de Hombres Ilustres, y una selección de sus populares tarjetas postales. Hizo cien series, con una tirada de 10.000 ejemplares cada una. De una de ellas, la dolora de Campoamor ‘¡Quién supiera escribir!’, vendió más de dos millones. También se exhibe una cámara de fotos, de caoba y gran formato, cedida por el Museo del Traje.

Su archivo se ha conservado de milagro. En 1930 hubo un incendio en el estudio y durante la Guerra Civil este fue incautado por la Unión General de Trabajadores. Gracias a un empleado, el archivo no se destruyó. Juan María Ardizone, nieto de Kâulak, retomó la actividad del estudio tras la contienda y lo mantuvo hasta que el 1 de mayo de 1989 se vio obligado a cerrar. Su legado está repartido hoy entre Patrimonio Nacional y la Biblioteca Nacional, que atesora más de 60.000 negativos. Fue adquirido por el Estado en 1989.

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